A un paso de conseguir la undécima
- Josep Cabedo
- 18 jun 2022
- 3 Min. de lectura
Los azulgranas han logrado pasar a la final tras derrotar al Kiel alemán
Llegó el momento que todos los aficionados al balonmano estaban esperando desde el inicio de la campaña: la Final 4 de la EHF, que como viene siendo tradición y será así, mínimo hasta el 2026, se disputa en la ciudad alemana de Colonia.
Los emparejamientos fueron Telekom Veszprem contra Lomza Vive Kielce y THW Kiel contra FC Barcelona. Húngaros contra polacos, y alemanes contra catalanes. Dos partidos que se preveían igualados y de un gran nivel. La primera semifinal terminó 35 a 37 a favor del Kielce, que será el rival del Barça mañana, en la gran final.
Centrémonos por eso en el partido que se disputó hoy entre el Kiel y el Barça. Sobre el papel, el equipo de Antonio Carlos Ortega era un poco más favorito, ya que en los enfrentamientos de esta temporada su equipo había salido victorioso; aunque en el deporte, y más en un partido de tal importancia, es difícil pronosticar lo que va a suceder.
Alienaciones THW Kiel - FC Barcelona
THW Kiel: N. Landin, Bilyk, M. Landin, Horak, Wiencek, Weinhold, Ekberg
FC Barcelona: Gonzalo, Angel Fernandez, N’Guessan, Cindric, Mem, Aleix, Fábregas
El encuentro empezó con mucho ritmo en ataque. Los dos equipos se encontraban muy cómodos en ataque e incómodos en defensa. Cuándo el Kiel marcaba, el Barça replicaba y cuándo el Barça lideraba, el Kiel igualaba la contienda. El líder ofensivo de los alemanes era Wiencek. Nadie se esperaba que acabara la primera parte siendo uno de los jugadores con más goles.
En el aspecto defensivo, hacia el final del primer tiempo, los dos conjuntos ya se notaban más cómodos, especialmente el Barça, que fue capaz de conseguir trazar algún contraataque gracias a Ángel Fernández. Uno de los apartados en el que el Barça es más fuerte, sin ningún tipo de duda, es en los contraataques. Lo tienen muy estudiado y trabajado, también desde la base.
Los de Ortega cogieron una renta de dos goles minutos antes de que los colegiados serbios señalaran el camino de vestuarios, pero un pequeño despiste supuso ir al descanso ganado de uno. El luminoso reflejaba un 18 a 19.
La segunda parte tuvo un claro dominador, el Barça. Los azulgranas saltaron al 40x20 cómo una apisonadora, no dejaban que nada ni nadie se pusiera en su camino. En pocos minutos cogieron una ventaja de cuatro goles, y en algunos momentos de más, que ya no soltaron. El Kiel lo intentó de varias maneras, pero no supieron reparar el barco para que volviera a navegar con rumbo.
Los últimos treinta minutos del encuentro fueron perfectos por parte del Barça. Una de las mejores segundas mitades de la historia de la sección. Solo recibieron 12 goles, y consiguieron anular a un Kiel que jugaba en casa con casi toda la afición del Lanxess Arena a su favor.
Una de las claves del partido ha sido la portería. Los datos no engañan. En la primera mitad el porcentaje de acierto bajo palos de Landin y Gonzalo fueron casi iguales durante los primeros minutos, pero poco a poco el cancerbero toledano bajó su nivel y entró Maciel, que tampoco fue capaz de ayudar a su equipo. Aun así, la efectividad de las dos porterías era bastante parecida. En la segunda parte Gonzalo volvió a demostrar por qué es uno de los mejores porteros del mundo. Landin parecía ausente, en 15 minutos no había conseguido atajar un balón. Este factor también viene dado por la calidad de la defensa. Si la defensa es buena, el portero puede ayudar, si no, es más difícil.
En la faceta goleadora, Aleix Gómez lideró el partido con 12 tantos anotados. El de Sabadell recibió antes del partido el premio a mejor extremo derecho de la competición, y con este partido puso el lazo a su reconocimiento.
Mañana se espera un partido dónde el Barça no parte como favorito, ni mucho menos. Esta temporada no han sido capaces de superar al conjunto polaco. Además, cabe añadir que los posibles dos peores partidos del Barça esta temporada en Europa han sido contra el Kielce.
El Barça buscará levantar la undécima copa de Europa y premiar así a los aficionados que se han desplazado hasta allí. Veremos mañana cómo se desenvuelve el partido, en una final todo puede pasar. La suerte está echada.
Comentários