El Barcelona ya avista la orilla del título de Liga
- Sergi Vélez
- 2 may 2023
- 3 Min. de lectura
El equipo de Xavi Hernández perdonó lo imperdonable, pero supo sobreponerse y vencer a Osasuna por la mínima (1-0)

Jordi Alba celebrando el gol de la victoria || Foto de Álex Caparros, vía Getty Images
Le dicen LaLiga del unocerismo y no es para menos. Una dificultad desmedida por decidir y cerrar partidos, con tres puntos que acercan algo más el título de la estabilidad institucional y deportiva. El final de temporada parece que empieza a dejar atrás las carreteras de montaña y sus curvas acentuadas, al ver que llegan autopistas sin tanto tráfico.
Y cuando encadenar victorias no parece tarea fácil, Jordi Alba pide paso para refutar cualquier tipo de dudas. Qué caprichoso llega a ser el fútbol y qué rápido se puede pasar de villano a héroe. Adaptado al rol de suplente y demostrando su papel de capitán dentro y fuera del terreno de juego.
Consiguió Osasuna mantener la cabeza fría en el preludio de uno de los partidos más importantes de su historia. Por ahora, la final de Copa aguardará hasta el sábado. El equipo de Jagoba Arrasate no generó el peligro necesario como para adelantarse, pero supo aplegarse y defender con su alma y entrega. Y por si fuera poco, hizo viable lo difícil. Jugar y sobrevivir con diez jugadores en el terreno de juego. Interrumpió el juego con hasta ocho faltas, en la primera parte, y encaminó un segundo tiempo rocoso para los de Xavi.
Alejandro Balde ha aprendido que teletransportarse es un truco de magia que se le da de maravilla y Diego Moreno fue el testimonio más directo. Dueño absoluto del carril izquierdo, dribló a Rubén García y le puso a Pedri un centro para rematar a bocajarro.

Alejandro Balde driblando a un jugador de Osasuna || Foto de Quality Sport Images, vía Getty Images
En la siguiente jugada, Jorge Herrando pecó de juventud y forzó la primera roja cuando Pedri ya vislumbraba el solitario camino hacia la portería de Aitor Fernández. Fue precisamente el canario uno de los más destacados en ataque. Su llegada de segunda línea y los últimos pases del de Tegueste devolvieron algo de profundidad a un equipo que sin él carece de esas cualidades.
Dos años después del último gol de falta del Barça, Raphinha quiso probar suerte y asumir los galones con el tiro libre. Y se tuvo que conformar con rozar el larguero en un balón que llevaba buena trayectoria.
FC BARCELONA: Ter Stegen, Alejandro Balde, Andreas Christensen, Ronald Araújo, Jules Koundé, Sergio Busquets, Pedri, Frenkie de Jong, Gavi, Raphinha, Robert Lewandowski, Ansu Fati (36'), Ousmane Dembélé (52'), Eric García (52'), Jordi Alba (74'), Ferran Torres (74')
CA OSASUNA: Aitor Fernández, Manuel Sánchez, Jorge Herrando (Roja 26'), Unai García, Diego Moreno, Lucas Torró, Pablo Ibáñez, Iker Benito, Aimar Oroz, Rubén García, Chimy Ávila, Kike Barja (45'), Iker Muñoz (45'), Juan Cruz (59'), Kike García (59'), Aridane Hernández (70')
Luego Frenkie de Jong hace que el Barcelona obtenga el empaque que tanto gusta a Xavi. Con el neerlandés jugando al lado de Busquets se recupera la cordura y el sentido del juego. Desafortunadamente, fue Gavi quien tuvo que marcharse sustituido por unas molestias en el abductor derecho.
El Barcelona tentó la suerte y falló ocasiones por doquier. Ni Raphinha, ni Lewandowski, ni Ansu Fati, a quien Diego Moreno le arrebató el gol, estuvieron suficientemente acertados. El '10', tratando de recuperar la confianza, sigue divagando por el desierto sin encontrar rastro alguno. Tampoco pudo Ferran Torres, ni Dembélé superar al inexpugnable Aitor Fernández, quien se volvió internacional con cada acción que negó a los azulgrana.

Aitor Fernández providencial a lo largo del partido || Foto de Álex Caparros, vía Getty Images
Ante la sequía y la falta de determinación ofensiva Jordi Alba volvió a ser la opción escogida por Xavi Hernández. El técnico azulgrana puso toda la carne en el asador y tuvo su recompensa con una espera que llegó a desesperar por momentos al Spotify Camp Nou. Pedri y Lewandowski tiraron de galones y cuando ni los rebotes sonreían, llegó el capitán en su máxima expresión. Con una misión entre ceja y ceja, el lateral de Hospitalet, recibió y sentenció una jugada que ya ha transformado en otros partidos.
Desatados y eufóricos los de Xavi celebraron el gol como la sentencia y tranquilidad que asegura y vislumbra el ansiado título de Liga. El Barcelona espera con certeza, a falta de cinco jornadas y 14 puntos, a la espera del Real Sociedad-Madrid, la celebración de la estabilidad deportiva. No ha habido camino de rosas, en los últimos partidos, para los azulgrana. Quienes han demostrado el mérito que los acredita como el equipo más regular de la competición doméstica.
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