El clásico más clásico que nunca
- Oriol Alsina Anguís
- 10 abr 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 21 oct 2021
El Real Madrid se impone al FC Barcelona por 2-1 y se coloca líder provisionalmente en un partido marcado por la lluvia y la polémica

Por primera vez en décadas el Bernabéu no acogía el clásico en Madrid sino en un escenario bien diferente, en Valdebebas. Ambos equipos sabían de la importancia de un encuentro en que el que se llevara el triunfo sería líder. Koeman apostó por el 3-5-2 con Araujo, Mingueza y Lenglet en la zaga, seguidos de Busquets, Pedri, De Jong, Dest y Alba en la medular y Dembélé y Messi en ataque. Zidane, armó un once marcado por las bajas de Varane, Ramos y Carvajal. Courtois comandó la portería, Lucas, Militao, Nacho y Mendy lo hicieron en defensa; Kroos, Modric, Casemiro y Valverde en el medio y Vinicius y Benzema en lo más alto.
Desde los primeros compases del partido se comprobó la intensidad dada la trascendencia de vencer. El Barça se adueñó de la posesión pero no sabía encontrar huecos para conectar pases peligrosos con los atacantes y abrir el campo por las bandas. Buena parte de culpa la tuvo, la presión feroz que ejerció el Real Madrid formando un bloque que remaba de un lado hacia otro sin respiro en las transiciones y tirando toda la carne en el asador en los contraataques.
Benzema abrió la lata con una definición de tacón a bocajarro de jugador top. Los merengues sin apenas generar mucho juego tuvieron las ocasiones más claras acosando sin ceso la portería de Ter Stegen. Los azulgranas sufrieron a menudo y su excesiva defensa avanzada dejaba a placer una autopista para los jugadores veloces. En una surrealista falta por Kroos que posteriormente rebotó en Dest y Alba, el Madrid puso el 2-0. Por activa y pasiva los madrileños pudieron sentenciar con el tercer gol mediante una ocasión clara de Valverde y Lucas pero Ter Stegen y el palo lo evitaron.
En la segunda parte, Koeman dio paso a Griezmann por Dest pasando del 3-5-2 al 4-3-3 para abrir campo ya sin nada a perder. El Barça gris de la primera contrastó con una mejora considerable en la segunda. Los catalanes se conjuraron para remontar un partido cuesta arriba pero empezó el festival de orgullo y juego culé. Messi, Alba y Dembélé se activaron y supieron conectar con Pedri y los medios y el Madrid sufrió para frenar estas emboscadas.
En una asistencia marca de la casa de Jordi Alba, Mingueza marcó el 2-1 para recortar distancias en el marcador. Un Mingueza que se reivindicó siendo el mejor del partido del Barça. Los culés se crecieron y el empate se estaba cocinando. El Real Madrid se vino abajo y formó un autocar dejando el control para el Barça. Koeman movió ficha dando entrada a Ilaix, Braithwaite, Sergi Roberto y Trincao. Ilaix tuvo una actuación destacada revolucionando el partido con sus remates y poderío físico. Los azulgranas se iban acercando al área merengue también a balón parado con Messi.
La polémica llegó con el penalti no señalado por un agarrón de Mendy a Braithwaite. El árbitro no fue ni a ver la acción en el VAR, algo incomprensible teniendo en cuenta lo que te ofrece la tecnología. Hubo más. Solo se añadieron 4 minutos, totalmente insuficientes con todo lo perdido. 4, los mismos que el colegiado perdió cambiando el pinganillo. Aún así Ilaix, a la desesperada casi logra el 2-2 pero el balón salplicó en el larguero.
El Real Madrid se coloca líder en un partido donde vuelve a demostrar su potencial en las grandes citas. El Barça sigue vivo a pesar de la derrota a tan sólo 1 punto de los blancos.
Comments