Es normal que se pierda
- Pau Pedraza Sopena
- 25 abr 2022
- 3 Min. de lectura
El Barça pierde ante el Rayo en un partido donde las decisiones arbitrales han dado mucho que hablar y el juego de los culés ha sido pésimo
El Barça lleva jugando mal en los últimos partidos y todo aficionado culé lo sabe. El claro ejemplo fue el del jueves, cuando los jugadores de Xavi ganaron jugando un juego pésimo y aburrido que, gracias a Ter Stegen, le sacaron provecho y se llevaron los tres puntos.
Los azulgranas recibieron al Rayo, equipo entrenado por Iraola que ya se ha salvado del descenso y que ganó contra el Espanyol en el partido de esta semana. Este ha sido el enfrentamiento aplazado de la vuelta, correspondiente a la jornada 21. El Barça no ha visto la victoria contra los vallecanos desde entonces. El Rayo ganó por un gol a cero contra el equipo de Koeman. Falcao, en el 30’, marcó el único tanto de la noche que supuso el despido del técnico holandés y el comienzo de la era Xavi. Tras los tres puntos ante la Real, el Barça tenía que ganar a los de Madrid para ir asegurando la plaza en Champions.
Alineaciones FC Barcelona - Rayo Vallecano
Barça: Ter Stegen; Dest, Eric, Araújo, Alba; Frenkie de Jong, Busquets, Gavi; Dembélé, Aubameyang y Ferran.
Rayo: Dimitrievski, Fran García, Catena, Maras, Balliu, Óscar Valentín, Comesaña, Unai López, Isi, Álvaro García y Nteka.
Después de empezar el fin de semana con el mayor récord de asistencia en un partido de fútbol femenino en el Camp Nou (Barça 5-1 Wolfsburgo), seguirlo con un sábado de lluvia, rosas y libros para Sant Jordi, la ciudad Condal la terminó como no querían, con una derrota.
El encuentro empezó de la peor manera posible para el catalán. En el 7’, después de un despiste de la defensa, Isi mandó un balón profundo desde la derecha para Álvaro García que, sin pensarlo, penetró la defensa azulgrana y superó la espalda de Dest para anotar el único tanto de la noche. Desde entonces, el Rayo decidió jugar la carta de las pérdidas de tiempo, una manera de jugar que le sirvió para llevarse los tres puntos. Los de Iraola aprovecharon todos los momentos oportunos para sumar minutos perdidos y poder desquiciar a los jugadores locales. Mientras, el Barça no ofreció su mejor juego en los primeros 45 minutos. Los culés no supieron manejar el encuentro y encontraron pocas ocasiones de cara a portería. No vieron las líneas por el centro del campo y optaron por jugar a las bandas. Y en una de ellas se encontraba Dembélé, uno de los mejores del encuentro. El francés supo llevarse al equipo a la espalda en la ausencia en ataque de Auba y Ferran, pero su mala puntería entre los tres palos hizo que no acabase siendo una noche para enmarcar.
La segunda parte, después de un minuto de añadido en la primera, no fue para ponerse la medalla del buen juego. Los de Xavi no mostraron su mejor juego y desaparecieron en el terreno de juego hasta los minutos finales. Los tiros no llegaron al fondo de la red y al aficionado le sacó de quicio. Como lo llevan haciendo en los partidos anteriores, el Barça se despertó en los últimos minutos, pero no consiguieron anotar el gol del empate.
Pero no todo son palos a los azulgranas. El conjunto arbitral, liderado por Díaz de Mera, fue otro protagonista de la noche. Las decisiones arbitrales tras las pérdidas de tiempo de los jugadores del Rayo empiparon a los culés que respondieron con silbidos y cánticos hacia la figura del colegiado. A falta de un minuto para añadir los 11’, Gavi recibió un empujón de Catena dentro del área que Díaz de Mera ni el VAR lo vieron.
Con esta derrota, la tercera consecutiva en casa por primera vez en la historia del barcelonismo, los de Xavi tienen que luchar con más fuerza para entrar en puestos de Champions. El partido contra el Rayo ya se daba por ganado y los culés ya se sumaban los tres puntos, pero la noche en el Camp Nou ha demostrado que no hay que fiarse del rival. El Barça lleva jugando mal desde después del parón de selecciones y se ha pasado de la gloria al infierno, de poder ganar la Liga a luchar por el segundo puesto.
El juego en el césped ha demostrado que el conjunto azulgrana tiene mucho que trabajar y que no vale únicamente con marcar. Hace falta jugar bien para poder sumar puntos y no perder ninguno por el camino. Involuntariamente, el Barça ya ha ido avisando en los encuentros anteriores que jugando mal no se iba a ganar todo.
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