Kessié preside la Liga, que, sin fallos, será del Barcelona

Sergi Roberto y Kessié, dos centrocampistas que no sumaban minutos con Pedri en el campo, hacen que el Barça se distancie a 12 puntos del Madrid tras marcar en el final de las dos partes del Clásico (2-1)

Kessié celebrando el gol de la victoria | FC Barcelona

El Barcelona se corona en el último Clásico liguero en el Camp Nou tal y como lo conocen todos los aficionados del fútbol. Con un estadio al 99% lleno, pese las obras para el nuevo templo, los azulgrana vivieron una noche mágica e inolvidable en la ciudad Condal. En un partido que empezó dominando el Barça, pero que se adelantó el Madrid, y se volvió a animar en el segundo tiempo con el gol en el añadido, el conjunto catalán se distancia a 12 puntos del segundo y ya ven, con más claridad, el trofeo de la Liga en las vitrinas del museo azulgrana.

Xavi Hernández empezó la semana con alegría. La vuelta de Pedri a los entrenamientos con el grupo ilusionaron al aficionado culer para que el canario resolviera la falta de juego en el centro del campo. A medianos de semana, una nube negra apoderó la Ciudad Deportiva Joan Gamper: el centrocampista más deseado no estaba a punto para el partido decisivo del domingo. Con esta baja, Xavi optó por Sergi Roberto, dejando a Kessié en el banquillo. Gavi ayudó a Lewandowski y Raphinha como falso extremo y el técnico de Terrassa no retocó la defensa.

El partido empezó liderado por el conjunto azulgrana. Los jugadores del Barça dominaron la zaga ofensiva, con una defensa que estuvo anulando en todo momento el ataque madridista. El Barcelona chutó a portería, generó ocasiones, pero Courtois, el mejor del partido del conjunto blanco, siempre estuvo bajo palos para atajar todos los tiros. Pero cuando el Barça tuvo el dominio en el césped del Camp Nou, el Madrid hizo daño con el segundo lanzamiento a portería.

Entró Vinicius en el área por la izquierda, centró para buscar a Benzema atrás, pero el balón rebotó en la cabeza de Araujo para cambiar la trayectoria y marcar, sin querer, por el palo corto. No pudo hacer nada Ter Stegen. Un gol desafortunado en el mejor momento del Barcelona. Chutó de adrenalina el gol del brasileño al Madrid para darle la vuelta a la tortilla y cambiarse los papeles. Fue cuando el conjunto de Anccelotti hizo más daño. Pero como en las buenas películas, la adrenalina entró antes de silbarse el final del primer tiempo.

Se centró desde la izquierda, pero no remató Raphinha en una volea. Recogió el balón por la derecha Araujo, centró, tocó en Nacho, dejó el balón muerto en el área, De Jong la pasó atrás para el brasileño, que esta vez sí tiró. Tapó Militao, volvió a quedar el balón muerto y, esta vez, Sergi Roberto, en el área, sí pudo batir a Courtois, pese al intento de Valverde de tocar el balón desde atrás. El gol psicológico del Barcelona llegó antes de marcharse hacia los vestuarios.

Con un empate, al Madrid no le sirvió el resultado. Por eso, el entrenador italiano empezó a hacer los cambios antes de tiempo. Puso a Asensio y surtió efecto. El mallorquín marcó el desempate, se señaló el escudo delante del Camp Nou y lo celebró con sus compañeros. Minutos después se le cambió la cara. De la felicidad a la tristeza. El VAR anuló el gol por un fuera de juego mínimo, pero legal.

El estadio enloqueció y firmaba el empate. Hasta que en el añadido cambió todo. Con 5 minutos más en juego, Barcelona se volvió loca. Kessié, que acababa de salir del banquillo sustituyendo al goleador Sergi Roberto, puso la cereza encima del pastel para acabar con una noche mágica. Recibió Lewandowski por la izquierda, le dobló Balde, el delantero se la pasó al lateral, este centró, Ansu Fati arrastró a la defensa y Kessié, en el segundo palo, tiró con la derecha al palo corto. Marcó y lloró. Unas lágrimas que emocionaron a todo el barcelonismo. Unas lágrimas que también caían por las caras de todos los azulgrana. Un gol que valió una Liga.

El Barcelona gana el Clásico de la mano de dos centrocampistas de segunda. Kessié y Sergi Roberto han cogido protagonismo con la lesión de Pedri, unos jugadores que no sumaban minutos con el canario disponible sobre el césped. Ahora, son ellos los que han dado tres puntos al Barça, han distanciado a 12 del Madrid y han hecho celebrar una Liga en invierno.