La historia se vuelve a repetir
- Pau Pedraza Sopena
- 9 dic 2020
- 3 Min. de lectura
El FC Barcelona cae ante la Juventus por 0-3 y pasa como segundo de grupo

Primero empezó en el Stadio Olimpico di Roma, donde el FC Barcelona cayó por 3 a 0 ante la Roma con un gol de Manolas en el tramo final del partido. El barcelonismo creyó que ese día había tocado fondo, pero llegó el partido en Anfield. En el campo de los Reds, después de asegurarse el pase a la final con un 3 a 0 en el Camp Nou, el Liverpool humilló a los azulgranas con una remontada histórica (4-0). El ridículo ya estaba servido en Champions y lo iban haciendo desde el 2018. Tras tantas derrotas desastrosas, el Barça encaró unos cuartos de final atípicos en la competición europea: era partido único y en casa. Aun así, con tantas cosas a favor, el Bayern remató a los culés con una goleada que pasará a la historia (2-8). Todo el barcelonismo creyó que los malos partidos y las humillaciones en Champions ya habían acabado con esta rematada final del club alemán, hasta ayer.
Con cinco partidos consecutivos ganando en la fase de grupos, el FC Barcelona llegaba contra la Juventus con tranquilidad, ya que estos tenían que ganar por tres goles de diferencia para pasar como primeros de grupo. Y eso pasó. Otra vez más, la plantilla local hacia el ridículo en Europa.
Los de Turín aterrizaron en la ciudad condal con un solo partido perdido en esta temporada, dada la casualidad de que fue en la ida contra el Barcelona. El partido empezó con un penalti dudoso en el área de Ter Stegen en el minuto 13. Un choque hombro contra hombro de Araujo con Cristiano Ronaldo se transformó en gol del astro portugués que lo marcó por el centro de la portería. La alegría de los italianos aumentó tras el tanto de Mckennie. El jugador estadounidense recibió un balón idóneo, centrado del colombiano Cuadrado a 5 metros de la portería, que lo remató con una volea. No iba a ser hasta el minuto 22 donde Messi iba a generar la primera ocasión de gol para los locales. El astro argentino chutó el balón raso hacia las manos de Buffon para enviarlo a córner. La primera parte acabó con el dominio de los visitantes: muchos contraataques encabezados por Morata, muchos chuts de los delanteros sin encontrarse con problemas en la defensa contraria y un muro en la portería italiana. El mejor intento para los de Koeman fue a partir de la típica jugada Messi-Jordi Alba, donde la pulga hizo una pared con el de Hospitalet para mandar la pelota a las manos de Buffon.
La segunda parte no ayudó al Barcelona. No sirvió de mucho la bronca del holandés en el vestuario. En el minuto 52, Lenglet provocó unas manos dentro del área que se convirtieron en penalti. La acción fue revisada por el VAR y por el mismísimo colegiado del partido para poder verificarlo y se pitó. Cabe decir que el defensa no recibió la segunda amarilla por unas manos claras que se transformaron en gol de Cristiano. Koeman optó por Umtiti, que volvía de la lesión, para substituir a un Lenglet con amonestación. No le sirvió de nada el cambio, ya que el francés provocó una falta inútil que conllevó a la amarilla. Con la entrada de Riqui, la plantilla local cogió un poco más de movilidad y ritmo. El tramo final fue el más emocionante para el Barça. En el 74, Griezmann generó un penalti que fue anulado por fuera de juego del mismo jugador y en el 75 los de Pirlo marcaron, pero tampoco subió al marcador por el VAR.
El partido acabó con un recital de amarillas para los locales. Tuvo que llegar un equipo italiano para arrebatar el récord del Barça en Champions: llevaban 13 años consecutivos pasando como primeros de grupo, hasta ayer. El FC Barcelona volvió a hacer el ridículo en Europa. La historia se repitió, los azulgranas encaran el cruce de octavos como segundos de grupo y se pueden ver las caras con el Bayern del 2 a 8 o el Liverpool del 4 a 0.
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