La magia de Álex Abrines
- Marc Fontanet Aguilera
- 26 mar 2022
- 3 Min. de lectura
Impecable partido del Barcelona, que junto a un extraordinario Álex Abrines y un sorprendente Michael Caicedo, dejaron sin opciones a un Fenerbache que sufrió la magia del Palau.

Partidazo de Euroliga el que nos esperaba en el Palau. Primero contra undécimo de la clasificación. El Barça se presentaba con bajas sensibles como la de Rokas Jokubaitis y Sanli, que se juntaban a las de Higgins y el capitán Oriola. Por parte del Fenerbache, Nando de Colo fue quien se quedó sin poder jugar el partido. El quinteto inicial que presentaba Saras y que empezaría el partido, estaba formado por Calathes, Abrines, Exum, Smits y Mirotic.
La entrada de Alex Abrines en el quintetto incial dinamito el ataque azulgrana. El mallorquín era quien abría el marcador con un muy buen triple. Se notaba que el jugador quería seguir demostrando y recuperando sensaciones. Por eso no pasaron ni 2 minutos que anotó su segundo punto des del perímetro. Pero la cosa no quedó aquí. Abrines anoto un tercer triple y junto a uno de Mirotic que vino después, el Barça ponía el 16 a 7 en el marcador y obligaba a Dordevic a pedir tiempo muerto. A pesar del minuto, la ofensiva del Barcelona continuaría con un inspirado Nikola que terminaría el cuarto con 14 puntos y 3 triples. Los primeros diez minutos terminarían con el marcador reflejando 25 a 21, con unos minutos finales protagonizados por las decisiones arbitrales. Puntos muy repartidos en el equipo visitante donde sus máximos anotadores eran Booker y Vesely con 4.
Empezaba el segundo cuarto con un Barça que seguía con una intensidad defensiva que dificultaba mucho la anotación del equipo turco. Ofensivamente, el equipo continuaba atacando y encontrando buenas situaciones con ventaja, pero el acierto no igualaba el de los primeros minutos. Aun así, a la mitad de este segundo cuarto, los locales se encontraban con un +11 en el marcador, anulando el intento de aumentar la agresividad por parte del Fenerbache. Saras aprovechaba la situación para dar minutos a jóvenes como Caicedo o el mexicano Gael Bonilla, que debutaba en la competición. Las siguientes jugadas presentaban a un Barça dirigido por un gran Laprovittola que comandaba la ofensiva azulgrana. También entro Abrines, que anotó otro triple. Ahora bien, a dos minutos del final y después de dos decisiones arbitrales que hicieron estallar al Palau, a Jasikevicius le cayó la primera técnica del partido, cosa que propició el acercamiento de los visitantes en el marcador. Aun así, el Barça se fue al descanso con una ventaja de 8 puntos.

La segunda mitad empezaba siendo un reflejo de los primeros 20 minutos. Triple de Mitoric, otro de Kuric y tiempo muerto pedido por los turcos. El minuto volvió a servir de poco. El Barcelona seguía forzando perdidas de los visitantes, que ya llevaban un total de 9. Ofensivamente, los locales continuaban a ritmo frenético y Abrines exhibía su partido personal. Sexto triple del Mallorquín para igualar su récord en Euroliga conseguido el año 2016 e ir al banquillo ovacionado por todo el pabellón. Los locales, de la mano de Calathes y Mirotic, que se encontraba con 18 puntos, junto a unos buenos minutos también de Brandon Davis, cerraban el cuarto con un +21 en el marcador. Fenerbache seguía impreciso, con falta de intensidad y sin terminar de entrar en el partido ante un Barça que no dejaba opción alguna.
Arrancaba el último cuarto con un Barça que había sido y seguía siendo muy superior. Fenerbache parecía no rectificar los errores, y tras un 5 puntos de Hayes-Davis, volvían a pedir tiempo muerto. El juego ofensivo del Barcelona seguía dibujando rostros de alegría en los miles de aficionados que disfrutaban la exhibición en el Palau. Ejemplo de juego en equipo donde todos los jugadores anotaban y repartían. Defensivamente, seguían impecables, con una intensidad que se había mantenido durante todo el partido. Todo estaba de cara para los azulgranas. Incluso Caicedo con un buen manejó de balón, sentó al rival y anotó sus primeros dos puntos. El joven terminaría con de 7 puntos y mostrando jugadas de auténtico lujo. El Palau era una fiesta y así continuó hasta el final del cuarto. El partido terminó 88 a 67, con un muy buen Barcelona frente a un pobre y desconcertado Fenerbache.
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