Las imprecisiones condenan al Barça
- Oriol Alsina Anguís
- 14 sept 2022
- 3 Min. de lectura
Un digno FC Barcelona vuelve a competir de tú a tú contra un grande de Europa pero cae derrotado ante un oportuno Bayern (2-0)

Si algo estaba claro en la previa del encuentro es que este Barça no tenía nada que ver con el de los últimos años. Solo 2 titulares de aquel fatídico 2-8 de agosto de 2020. Las nuevas incorporaciones y el nuevo bloque dieron de sí en una primera parte que fue de color azul y grana. Por primera vez en años, los de Xavi dominaron de cabo a rabo el partido teniendo el control del juego y plasmándolo en muchas ocasiones que no fructificaron.
Por lo que se refiere al once inicial, Xavi se decantó por la experiencia de Marcos Alonso y Christensen a pesar de la grandísima forma de Balde y Eric Garcia en el tramo de temporada liguero. Lewandowski volvía al que fue su hogar durante 8 años. La auténtica bestia negra y pesadilla del Barça. Esa misma a la que ayer los azulgranas pusieron en serios apuros pero acabó con el mismo desenlace.
FC BAYERN: Neuer; Pavard, Upamecano, Lucas, Davies; Sabitzer, Kimmich, Musiala; Sané, Mané, Müller
FC BARCELONA: Ter Stegen; Koundé, Araújo, Christensen, Marcos Alonso; Busquets, Pedri, Gavi; Raphinha, Lewandowski, Dembélé
Sin lugar a dudas, no fue el día más acertado de cara a puerta para el cuadro catalán. Raphinha en primera instancia, y Lewandowski que visitaba a su antiguo equipo perdonó dos oportunidades de gol clamorosas. El FC Barcelona supo conectar todas sus líneas con un juego triangular, equilibrado y vertical que rompió los esquemas del Bayern, especialmente en la salida de balón. Gavi volvió loco al mediocampo alemán siendo una piraña capturando el balón y Pedri maravilló con su “delicatessen”. El Bayern no tuvo la ocasión más clara hasta el minuto 30’ mediante Sabitzer. Dembélé hizo enloquecer Alemania con sus diagonales impredecibles y claves para entender el dominio de los de Xavi que pusieron la salsa al partido.
El Barça perseveró con la idea de ir a abrir la lata y dejar boquiabierto al Allianz Arena pero parecía que el esférico no quisiera ingresar a la portería bávara. A medida que iba acercándose el descanso el encuentro se asemejó a una final. Un toma y daca, un correcalles en el que ambos equipos querían anotar la primera diana del partido antes de llegar al túnel de vestuarios.
En el segundo tiempo, el Bayern realizó el cambio que probablemente desequilibró el partido. Goretzka sustituyó a Sabitzer y los bávaros ganaron pegada, potencia y consistencia en la medular incomodando todo el esquema azulgrana y provocando errores y una desconexión que fue decisiva para entender el resultado. La Champions tiene dos premisas. No desconectar ni un segundo y no perdonar ocasiones. El Barça hizo las dos cosas a pesar de la brillante actuación durante la primera. Perdonó ocasiones y desconectó 10 minutos que fueron suficientes para el Bayern. Primero fue Lucas quién abrió la lata con un cabezazo en un córner en el 50’ ante un fallo de marcaje gravísimo de la zaga culer. Después en el 54’ Sané picó el balón con una vaselina y convirtió el 2-0 que sería definitivo.

El Bayern se convirtió en un tiburón que cuando olió la sangre quería más y más con un claro objetivo. Volver a machacar al FC Barcelona. No obstante, los azulgranas regresaron a su mejor versión y se encomendaron a un Pedri magnífico que tuvo a boca de gol el 2-1 con una vaselina que salpicó el palo. Xavi introdujo rotaciones con Eric Garcia, Ferran Torres y Frenkie de Jong que oxigenaron a los culers y permitieron volver a remar hacia la victoria con energías renovadas. El Bayern perdió fuelle a pesar de ser incisivo sobretodo en las transiciones ofensivas y se encontraba cómodo con su efectividad notoria.
En los últimos compases del encuentro, Ansu Fati fue quien entró al césped del Allianz Arena. El Barça no bajó los brazos y el Bayern fue contemporizando progresivamente siendo conscientes del marcador favorable. El 2-0 final no refleja el partido, ante un Barça que puso la fantasía al partido y un Bayern que añadió el gol. Los azulgranas vuelven a dignificar la camiseta por Europa a pesar de la derrota. En la vuelta del Camp Nou se demostrará que a pequeños pasos ya se puede competir de tú a tú contra un todopoderoso como el Bayern. Habrá que corregir los detalles diminutos que marcan la diferencia en Europa pero con la cabeza bien alta.
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