No es como empieza, sino como termina
- Pau Pedraza Sopena
- 10 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 19 sept 2021
El FC Barcelona vence por 5-2 al Inter Movistar y se clasifica para las semifinales del Play-Off al título de liga

¿Os acordáis de la película Sonrisas y lágrimas? La noche de ayer en el Palau fue al revés: primero llegaron las lágrimas y luego las sonrisas. El FC Barcelona recibió al Inter Movistar en el templo azulgrana para disputar el tercer y último partido de los cuartos de final para el Play-Off del título de liga. Quien ganara, entraba en Europa. Quien perdiera, se quedaba en las puertas.
Cinco minutos antes de iniciarse esta gran victoria culé, el club hizo entrega de tres camisetas conmemorativas para reconocer la trayectoria del mánager deportivo, Txus Lahoz; del segundo entrenador, Miguel Andrés, y del entrenador del primer equipo del Barça, Andreu Plaza.
Con un Palau con todas las entradas posibles vendidas (1.900), el equipo de Plaza empezó el partido con un gol de Pola a los diez segundos. Los de Tino Pérez presionaron a los locales y un error de Daniel hizo que Pola le robase el balón y marcase sin portero. Los primeros minutos de la primera parte estuvieron dominados por el equipo de Torrejón de Ardoz. Todo y que el capitán de los visitantes recibió un pelotazo en la cara y se retiró del parqué, su equipo no se rindió y siguió presionando para poder hacerse un hueco en las semifinales. Con un Palau a reventar y un arbitraje poco digno de primera división, los azulgranas recibieron dos amarillas por quejas, una a Ferrao y la otra a Andreu Plaza. Esto hizo que Lozano, desde la grada, le diera al conjunto arbitral un recital de palabras no aptas para menores. Aun así, los culés pudieron remontar la primera parte. Levantaron cabeza y atacaron a la portería contraria para que Coelho (min. 14) y Aicardo (min. 18) marcaran. Los primeros 20 minutos empezaron con nombre madrileño, pero los catalanes pudieron remontar con grandes presiones, chutes entre los tres palos y contraataques que generaban peligro.

La segunda parte fue un espectáculo. A los cuatro minutos anularon un gol de Coelho por marcarlo con las manos. Dos minutos después, Adolfo recibió la roja por pararse el balón, que iba al fondo de la red, como si fuera un portero. En ese momento, uno de los mejores jugadores del club se transformó en otra persona y salió del parqué muy cabreado con la decisión arbitral. Estas manos hicieron que el conjunto de Pérez chutase el penalti. Dídac, que se sacó un partidazo de debajo de la manga, se lo paró, pero Saldise recogió el rebote y lo envió entre los tres palos. Un minuto más tarde, inconscientes aun de que iban empatando y con uno menos, Daniel proporcionó una falta por detrás y vio la roja directa. Esta acción arbitral puso fuera de serie a Plaza, vio la segunda amarilla y abandonó el encuentro decepcionado con los árbitros. En ese momento, el Palau pareció que fuera a explotar de tanta rabia. El Barça se quedó con uno menos durante dos minutos. En este tiempo, destacó Povill. El canterano defendió y atacó como el que más a los cuatro del Inter que atacaban para poder adelantarse en el marcador. Nada más acabar los dos minutos de sufrimiento, Matheus regateó al portero y marcó sin ángulo. El brasileño fue a celebrarlo con Lozano y Feixas que estaban en la grada por lesión. El Palau se lo creyó y lo hizo saber a los jugadores. Y estos no defraudaron. Matheu recibió un pase de la muerte de Esquerdinha y sumó otro tanto para los azulgranas. El partido ya estaba ganado. Para rematar esta gran noche, el defensa Marcenio puso la guinda en el pastel y anotó el último tanto sin portero con un contraataque después de un fallo del Inter con portero-jugador.

Un partido que quedará marcado en la memoria de todos los aficionados culés que estaban en el Palau ese día. Y también para los que lo veían desde casa por qué se agotaron todas las entradas. Un encuentro donde expulsaron a tres del Barça y uno del Inter. Unos cuartos de final que empezaron con un gol de Pola a los diez segundos y terminó con una remontada. El FC Barcelona se clasifica para las semifinales del Play-Off al título de liga en un partido que no importaba como empezaba, sino como terminaba.
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