Raphinha da esperanzas al Barcelona en Old Trafford
- Pau Pedraza Sopena
- 16 feb 2023
- 4 Min. de lectura
El brasileño, en su mejor momento, empata contra el Manchester United en un auténtico duelo digno de Europa

El Camp Nou ha vivido una de las mejores tardes en Europa. El partido idóneo y hermoso para todo aquel aficionado neutro que solo ha querido ver y disfrutar de un encuentro de balompié entre dos clubes históricos, dos equipos que han llegado con sus mejores versiones y momento en este tramo de temporada. Tensión, goles y balones corriendo de un campo al otro han dibujado una tarde brillante en el estadio del Barcelona, el mismo Camp Nou que ha firmado la tercera mejor entrada de la temporada con 90.225 espectadores. Arriba, la fase de grupos contra el Inter y la retirada de Piqué.
Xavi Hernández sorprendió a todo el mundo con el cambio de jugadores en el once inicial. Dejó a banda la alineación de gala y sentó al banquillo a Christensen y Balde, que llegaron a entrar en el segundo tiempo. El técnico catalán no varió su esquema y volvió a apostar por los cuatro centrocampistas, con Kessié sustituyendo al lesionado Busquets. En la zaga delantera, no dudó en sacar a sus dos delanteros de confianza: Lewandowski y Raphinha, que fueron acompañados por Gavi como falso extremo.
La intensidad estuvo en el terreno durante los 90 minutos reglamentarios de los dieciseisavos de la Europa League, pero de un partido digno de semifinales de Champions. Dos clubes que demostraron estar en la competición equivocada por errores que tuvieron en el pasado que les han hecho mejores y estar en el nivel que están ahora mismo. Los fallos en las salidas de balón generaron mucho peligro en ambas porterías, sobre todo en la azulgrana. La defensa del Barcelona no estuvo fina en su mitad, que fallaron en los saques de banda y en la presión ofensiva del Manchester United. Sin embargo, a los fallos ingleses, las paradas alemanas estaban presentes. Ter Stegen, con la mentalidad de la Liga, detuvo todo lo parable. El germano, en su mejor momento desde sus inicios en el club azulgrana, paró varias ocasiones de un Rashford con la puntería más que afinada.
El encuentro iba sobre ruedas. Los dos conjuntos lo iban intentando, creando peligro entre los tres palos contrarios y dejando a los aficionados azulgranas presentes en el Camp Nou con un partido digno de máxima competición europea. La primera parte estaba llegando a su fin hasta que Pedri se tocó en el muslo derecho. El canario se tiró al suelo y fue sustituido por Sergi Roberto por una lesión en el recto anterior del mismo muslo derecho. Una mala noticia para Xavi, que no podrá contar con su mejor mediocampista en el partido de vuelta, y que finalizó los primeros 45 minutos con un juego atractivo, pero con falta de goles.
El Barcelona quiso ganar y lo demostró con acciones. El reloj marcó los 50 minutos transcurridos de los dieciseisavos cuando Marcos Alonso anotó el primero de la tarde. El lateral convertido en central abrió la lata con un cabezazo tras un centro de Raphinha al segundo palo que le dedicó a su padre. Mirada a las estrellas y dedo apuntando al cielo para homenajear a su padre, cuya celebración originó lágrimas en los ojos de Marcos Alonso.
La alegría seguía en los cuerpos de los azulgrana hasta que Rashford se encargó de acabar con esa felicidad. En menos de un minuto, el delantero estrella de los ingleses arruinó la tarde en el Camp Nou. El jugador del momento recogió un pase de un contraataque y envió la pelota al primer palo de Ter Stegen, metiéndola entre la mano del germano y la madera, un sitio al alcance de pocos goleadores.

El United de Ten Hag empezó a llegar con más facilidad a portería contraria. El Barcelona estuvo espeso en defensa y en ataque De Gea lo paraba todo. La mala suerte de la lesión de Pedri, sumándoles la de Busquets y Dembélé, se añadió la del gol en propia de Koundé. Tras un saque de esquina donde Rashford se fue de Raphinha, el inglés le pasó a Bruno Fernandes, que se encontraba en el primer palo, y taconeó a su espalda, enviando el cuero al hombro del lateral francés para enviarlo al fondo de su propia red.
El mínimo error azulgrana causaba otro intento para los rojos. Quedaban 15 minutos para que el colegiado silbase el final del partido cuando el mejor del encuentro empató la ida de Europa League. Raphinha, que hizo un duelo digno de delantero estrella, cogió un balón perdido de Varane y centró buscando a Lewandowski, pero la pelota se paseó y acabó colándose por el lado de De Gea. Un empate que vale oro para los de Xavi.
El Barcelona logró empatar la ida en un partido fabuloso para todo aficionado neutral, pero sufrido para ambos conjuntos. La noche del jueves que viene se lo jugarán todo. Old Trafford será una olla a presión que Xavi y sus jugadores tendrán que resolver en un encuentro donde solo valdrá sumar más de un gol que el rival.
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