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Superhéroe Ter Stegen

Actualizado: 16 feb 2022

Riqui Puig mete al FC Barcelona en la final de la Supercopa de España tras empatar contra la Real Sociedad por un gol y ganar en los penales (2-3) en un partido donde la estrella ha sido Ter Stegen

Riqui Puig celebrando el gol | FC Barcelona
Riqui Puig celebrando el gol | FC Barcelona

El pasado miércoles se disputó en el Nuevo Arcángel la primera semifinal del nuevo formato de la Supercopa de España, donde el FC Barcelona se vio las caras con la Real Sociedad. El frío no fue excusa para suspender el partido. El temporal Filomena ha arrasado la mayor parte del país y ha provocado que algunos partidos de la Liga no se jugaran. Por suerte, el temporal no impactó muy fuerte en Córdoba y se pudo jugar. El partido iba a jugarse a grados mínimos y se podía oler en la previa que se iba a tratar de un juego con pases muy largos, de área, de velocidad y de muchos goles. Pero no fue así, más o menos.


Koeman viajó a Córdoba con Messi, pero no fue convocado para jugar el partido. El argentino no disputó la semifinal por baja y la Real tuvo una gran oportunidad para poder hacer daño al club culé que lo pasa muy mal sin su estrella. El holandés intentó salir con todo en el campo. En la zaga defensiva apostó por Ter Stegen, Jordi Alba, Lenglet, Araujo y un estrenado en banda Mingueza; De Jong, Busquets y Pedri en la medular; Dembélé y Braithwaite en las bandas, y liderando el equipo en punta, el francés Griezmann.


Aunque el equipo vasco presionó mucho cuando el balón estaba en defensa contraria y más cuando se le enviaba a los pies de Ter Stegen para generar contrataques muy rápidos y con velocidad, la primera parte fue de dominio culé. En los primeros 45 minutos destacó la figura de Dembélé. Se le pudo ver el fácil juego que tiene con ambas, la explosividad masiva en el arranque con y sin balón, el toque tan habilidoso y el nivel de filigranas para poder driblar al rival. Parecía que el partido iba por un lado y el francés por el otro. Era como si fuera un alma libre que andaba solo por el campo generando peligro constantemente a la Real. El Barça, ante la presión de los txuri-urdines, optó por mantener un juego posicional largo sin profundidad y jugarla para las bandas para así buscar el error defensivo del rival y poder penetrar su zaga. Y así fue que, en el minuto 39, el holandés De Jong se elevó a una altura muy elevada, como si de un 9 se tratara, y remató con la cabeza un centro muy complicado de Griezmann que acabó en gol. Así el Barcelona hizo daño a la Real justo antes de ir a vestuarios.


La segunda parte no fue tan física como la primera. Los jugadores ya hacían notar su cansancio a la hora de presionar y se relajaban un poco más para no agotarse. Esta relajación hizo que el ex del Ajax se dejara el brazo en un centro de la Real para provocar el penalti. La acción fue revisada por el VAR, pero indicó los once metros solo iniciar la segunda parte. Las manos holandesas se transformaron en el primer tanto y empate de los vascos, anotado por su capitán, Mikel Oyarzabal, que supo engañar al alemán e igualó la semifinal. El juego se fue calmando mucho más hasta que Munuera Montero pitó el final del tiempo reglamentario e indicó la fase de la prórroga. Los 20 minutos restantes tuvieron un solo nombre: Ter Stegen. El portero culé fue la pesadilla de los locales durante tantos minutos. Lo intentaron pero no se salieron con la suya, no pudieron mandar el balón bajo palos. El espectáculo alemán empezó a los cuatro minutos de la prórroga, cuando Zaldua voleó desde muy lejos y desvió la pelota a mano cambiada mientras volaba como si fuera un avión. La Real no supo aprovechar la última oportunidad que se les apareció en a tres minutos del final. En un lanzamiento de falta no tan preocupante, Januzaj estrelló el balón al palo tras haberlo tocado el arquero visitante. Con este paradón, los dos semifinalistas encararon la tanda de penales.


Le llaman que es una lotería ganar esta tanda tan difícil y si lo es, Ter Stegen compró muchos boletos para ganarla. Y así fue. La Real falló sus tres primeros chutes con las paradas del alemán y dejó en bandeja la victoria culé, pero resistieron. De Jong falló el suyo y Griezmann, su chut decisivo ante su equipo que le hizo estrella, lo mandó a las nubes como Ramos ante el Bayern en la semifinal de la Champions del 2011-2012. Koeman, en la rueda de prensa posterior al partido, dijo que el quinto y último lanzador de la tanda de penales no estaba decidido, hasta que Riqui Puig se ofreció, convencido, para tirarlo. Y tan convencido que fue que lo marcó. Ese gol fue un claro golpe sobre la mesa del canterano hacia el holandés para demostrarle que puede contar con él. Que como dice Puig, ha trabajado muchos años para llegar al primer equipo y no tirará la toalla ahora que está donde siempre ha soñado. La cantera metió al Barça en la final de la Supercopa de España, que se disputará en Sevilla el domingo, y el partido lo salvó un solo hombre, quien se merece todo en el FC Barcelona: Ter Stegen.

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