Victoria culé en el duelo de filiales
- Pau Pedraza Sopena
- 20 nov 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 nov 2022
El Barça Atlètic endosa dos goles al Bilbao Athletic en un partido donde los bilbaínos han merecido más

Después del parón de selecciones y el inicio de la Copa del Rey, el Barça Atlètic ha vuelto a disputar partidos de Primera Federación. En un Johan Cruyff que empezaba a notar el frío de noviembre, la afición, sin haberse iniciado el Mundial y en un horario decente, no decidió desplazarse hasta el campo de Sant Joan Despí y el estadio solo lo llenaron 1.602 personas.
Rafa Márquez apostó por Tenas bajo palos, portero que disputó el día anterior los 90 minutos con la sub-21 ante Japón y que no encajó ningún gol. No lo hizo con Pablo Torre, que jugó solo los dos últimos minutos del mismo encuentro y no fue convocado con el filial. El mexicano alineó a Aranda por primera vez en la temporada, acompañado por Casadó y Txus Alba, y no se la jugó con su pareja de centrales de confianza: Chadi Riad y Pelayo. Arriba, los de siempre: Luismi, Juanda y Roberto para liderar la zaga ofensiva.
El Bilbao Athletic tuvo gran dominio de la primera parte. Plantó un dibujo ofensivo desde el minuto uno para presionar al Barça y dejarle sin espacios para poder atacar su propia portería. El conjunto bilbaíno eso lo hizo muy bien, generó peligro con dos chutes de Malcolm que casi pone el marcador en contra para los azulgrana. Los de Márquez lograron suavizar la clara presión de los visitantes y en una contra marcaron el primer gol. Aranda, que acababa de debutar, se fue solo hacia la portería y mandó el balón al palo derecho del guardameta que lo dejó parado sin tirarse a por él.
Aunque el gol era en contra, el conjunto vasco no se rindió y siguió haciendo de las suyas. El Barça, mientras tanto, también generaba peligro en campo rival, un peligro que en todo momento la defensa rojiblanca cortaba. El partido no se fue calmando y a escasos minutos de silbar el final de la primera parte, Luismi Cruz recibió una falta en la frontal del área después de una jugada que casi acaba en gol. El andaluz se preparó para lanzarla y al puro estilo Messi envió el esférico por encima de los seis hombres que había en la barrera y lo dejó en el fondo de la red. Un gol psicológico que dejó hundidos a todos los bilbaínos.
El encuentro fue de más a menos. El Bilbao Athletic no tiró la toalla y siguió presionando. La línea de defensa en todo momento cruzaba la línea divisoria del medio campo. Fue tanta la presión que el técnico visitante cambió el dibujo del 4-3-3 al 4-4-2 para así atacar con toda la artillería posible.
El cambio de esquema no le sirvió de mucho, aunque sus ocasiones tuvo para poder, al menos, empatar el duelo. Al ver que ya era imposible, los vascos aflojaron y el partido acabó con la primera doble victoria consecutiva en esta temporada. El Barça Atlètic se posiciona en zonas de ascenso a la espera de los otros partidos.
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